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Aquello que yace en lo profundo del ser surge para hacerse ver. Aquello que avergüenza en público, pero divierte en secreto. Impacto. Fuerza. Pecado. Pura emoción. Puro instinto. Lo peor, y al mismo tiempo lo mejor. Simplemente, "eso" que nos hace sentir vivos...
El equilibrio perfecto. Todo en su justa medida. Su exterior cálido y llamativo provoca esa sensación de deseo; el deseo de esa paz y esa tranquilidad utópicas. Su centro en cambio, se torna oscuro y frío. Todo calculado tan minuciosamente, hasta el más mínimo detalle. Demasiado perfecto, demasiado equilibrado, demasiado artificial...
Luego de un largo camino recorrido, nos encontramos ante las puertas de lo desconocido... El momento de tomar la desición... Quiero? Me animo? No sabemos lo que nos espera del otro lado. Simplemente, hay que dejarse llevar por el instinto...
Asomarnos al precipicio de nuestras vidas. Traspasar el límite. Caer a un abismo que nos obliga a dejar el mundo físico, para guiarnos a través de un camino de sensaciones extracorporales que nos conducen a las puertas de lo que hay más allá de la conciencia humana...
