martes, 16 de febrero de 2010
El Cielo
El equilibrio perfecto. Todo en su justa medida. Su exterior cálido y llamativo provoca esa sensación de deseo; el deseo de esa paz y esa tranquilidad utópicas. Su centro en cambio, se torna oscuro y frío. Todo calculado tan minuciosamente, hasta el más mínimo detalle. Demasiado perfecto, demasiado equilibrado, demasiado artificial...
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